Un guerrero de la luz jamás hace trampas; pero sabe distraer a su adversario.
Por más ansioso que esté, juega con los recursos de la estrategia para alcanzar su objetivo. Cuando ve que están acabando sus fuerzas, hace que el enemigo piense que no tiene prisa. Cuando necesita atacar por la derecha, mueve sus tropas hacia el lado izquierdo. Si pretende iniciar la lucha inmediatamente, finge tener sueño y se prepara para dormir.
Los amigos comentan: "Ved cómo ha perdido su entusiasmo". Pero él no hace caso de los comentarios, porque los amigos no conocen sus tácticas de combate.
Un guerrero de la luz sabe lo que quiere, y no necesita dar explicaciones.
1 comentario:
Jamas debemos hacer trampa como mucho menos ser malintencionados con nuestro rival. Podemos ser agresivos pero no dañinos, temperamentales pero no estupidos, comunes pero muy especiales. Que disfruten la enseñanza. Seba DT
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