lunes, 11 de febrero de 2008

LOS TECNICOS SIEMPRE SE EQUIVOCAN...



Lic. Rodrigo Cauas

En un país donde todos sus habitantes creen ser técnicos, los técnicos (o entrenadores como algunos gustan llamarlos) siempre están en boga de todos. Y hagan lo que hagan nunca conforman a todos (y más en el fútbol que es tan opinable).
La función de técnico es archi - difícil. Debe tener una serie de recursos humanos y de personalidad (además de los técnico - estratégicos) para poder sobrellevar sin grandes costos, tantas exigencias.
El técnico es la máxima figura del equipo deportivo, el rol asimétrico, el lugar de las grandes decisiones. Sabemos que cuando se toman decisiones no existen las garantías, que tomar una decisión es asumir un riesgo, y que es ganar y perder algo al mismo tiempo.
El técnico está permanentemente tomando decisiones. Algunas a corto plazo, otras a medio y otras a largo plazo. Algunas suenan lógicas y otras no.
Conformar un equipo confiable de colaboradores, decidir los titulares, hacer un cambio, hacer una indicación en una práctica, saber qué decir en cada charla, escuchar el informe médico, físico, kinésico, psicológico o social para sumar elementos para intervenir, etc., son todas decisiones que debe tomar.
Por eso la importancia del trabajo de equipo interdisciplinario: aunque luego se sienta solo en las decisiones, si los colaboradores (preparador físico, médico, psicólogo, utilero, etc.) ayudan, él va a estar más respaldado, más aliviado y va a tener más elementos a la hora de decidir: va a tener menos probabilidades de equivocarse si sabe escuchar.
Equivocarse es inherente a la condición humana. Y hay resultados buenos y malos, que destacan o entierran decisiones....
Si a esto le sumamos que el ser humano por su condición, necesita quedar insatisfecho y que la queja es la consecuencia de la insatisfacción, vamos a entender mejor por qué un técnico que cuida su salud mental trata - intenta - abstraerse de todo lo que escucha. No se puede conformar a todos: jugadores, padres, dirigentes, público, periodistas, etc.
El técnico no nació para agradar desde el momento que de un plantel numeroso debe elegir 11 para ingresar al campo.
Quién toma decisiones a repetición, genera antipatías. A menos que siempre le abrace el éxito (que tapa, nubla) y eso es imposible.
No por casualidad todas las exigencias y presiones que les depara ese lugar se transforman en depresiones, estrés, úlceras, paros cardíacos, etc. El efecto
corrosivo de la tensión y la ansiedad hace lo suyo y él queda afuera de la línea de cal y los que deben o intentar resolver son los jugadores.
¿Cómo agradar a todos en el estilo de trabajo?
¿Cómo agradar a todos en el estilo de juego?
¿Cómo agradar a todos?
¿Cómo no cometer errores?
¿Cómo evitar que las presiones afecten?
¿Cómo hacer que los jugadores hagan exactamente lo que les digo?
¿Por qué el técnico es siempre la válvula de escape?
Estas y muchas otras preguntas rondarán las cabezas de los técnicos....

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